Hola, soy Gladys y los sigo desde el correo sentimental. Siempre me parecieron bastante acertadas sus opiniones, porque me parece que en la diversidad uno puede encontrar el camino.
Mi caso es así: Tengo 58 años, estoy casada desde hace 42 con Armando que hoy tiene 62. Tuvimos 6 hijos que me ocuparon tiempo, mente y cuerpo todo este tiempo. Tengo además 6 nietos y colaboro con mis hijas y nueras en la crianza.
Armando trabajó hasta hace 12 años en un negocio de mucho renombre en mi ciudad que cerró por la crisis.
Luego de un tiempo, consiguió un trabajo como administrador de unos campos en Entre Ríos de propiedad de una mujer.
Viaja los lunes y regresa los jueves, pero a veces se queda los fines de semana. Nuestra situación cambió rotundamente. Tenemos dinero para vivir y además consumimos parte de lo que se produce sin costo.
Hace un tiempo (5 años) me entero por boca de una de mis nueras que mi marido tiene una relación con esta mujer. Pero una relación en la que él funciona como el patrón y ella la esposa y tienen una vida allí.
Al principio no le di mucha importancia porque fui criada así, a que los maridos a veces la engañan a una y como él viene los fines de semana y está conmigo, como yo soy su esposa y no la otra, y como no nos falta nada...
Pero desde hace un tiempo me siento mal, siento que los años se pasan, pienso que esa mujer puede ser más joven que yo, que tiene a mi marido para ella y realmente me cayeron todas las fichas. Además al haberme enterado por una nuera, sospecho que mis hijos, al menos los varones, lo saben y es tremendo.
Nunca hablé con mi marido, pero como cada vez me pesa más, no sé que hacer.
lunes, 30 de noviembre de 2009
sábado, 21 de noviembre de 2009
PORQUE QUIEREN SEXO LAS MUJERES
Hablando de estadísticas... leí esta crítica al libro del título, y me pareció muy divertida la forma en que manejan el tema tan trillado de cuáles son la motivaciones para tener sexo.
http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2009/528/1257440025.html
La conclusión del libro, es que las mujeres lo harían, no como un fin, sino como un medio para conseguir algo. Polémica que desata el interés en comprar el libro.
Dice el artículo:
"Antes de continuar, conviene pensar por qué Meston y Buss (y su editorial) han decidido realizar un nuevo estudio sólo con mujeres para publicar este libro que, probablemente, como apunta la sexóloga y escritora Valerie Tasso, sea el primero de una saga. No cabe duda, aún hay sospechas, de que las mujeres usan el sexo no como un fin, sino como un medio, porque se sigue negando la posibilidad de que la mujer disfrute con su cuerpo."
La parte desopilante del artículo:
"Los humanos somos la única especie cuyas hembras tienen la menopausia", comenta García Leal, "es decir, dejan de ser fértiles en una etapa de su vida. Si la pareja se ha formado en la adolescencia, cuando ambos tenían una edad similar, al llegar a la edad cercana a los 50 años, hay una descompensación. Ella deja de ser fértil, mientras que el hombre no. Esto podría explicar la infidelidad de algunos hombres que se van con mujeres más jóvenes". Una no puede evitar recordarle que las mujeres también somos infieles, aunque García Leal tiene respuestas para todo. "Sí, por supuesto, pero las mujeres, cuando son infieles, no suelen irse con hombres más jóvenes tan a menudo como hacen los varones. Sus impulsos son otros".
Este Leal, es un ingenuo, y viene a cuento del caso de mi amiga Milagros. Cuando los biólogos salgan a la vida real, tal vez cambien sus conclusiones.
Y para no darle más vueltas al asunto, pareciera que todo se define por el olor.
"Pero quizá uno de los elementos esenciales a la hora de emparejarse es el olor, que hace que la mujer identifique al hombre con el que sería genéticamente compatible para ovular (lo que se denomina histocompatibilidad." Lo que mi amigo Leal corrobora al decir "los humanos, desde el punto de vista biológico, nos guiamos por los antígenos de histocompatibilidad que nos hacen preferir a una pareja lo menos emparentada posible con nuestra familia para maximizar la variedad genética. Y el olor es esencial para detectar esa histocompatibilidad".
Pareciera que las razones biológicas no pueden explicar todavía porque gran parte de los humanos se une sexualmente con otra de su mismo género.
http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2009/528/1257440025.html
La conclusión del libro, es que las mujeres lo harían, no como un fin, sino como un medio para conseguir algo. Polémica que desata el interés en comprar el libro.
Dice el artículo:
"Antes de continuar, conviene pensar por qué Meston y Buss (y su editorial) han decidido realizar un nuevo estudio sólo con mujeres para publicar este libro que, probablemente, como apunta la sexóloga y escritora Valerie Tasso, sea el primero de una saga. No cabe duda, aún hay sospechas, de que las mujeres usan el sexo no como un fin, sino como un medio, porque se sigue negando la posibilidad de que la mujer disfrute con su cuerpo."
La parte desopilante del artículo:
"Los humanos somos la única especie cuyas hembras tienen la menopausia", comenta García Leal, "es decir, dejan de ser fértiles en una etapa de su vida. Si la pareja se ha formado en la adolescencia, cuando ambos tenían una edad similar, al llegar a la edad cercana a los 50 años, hay una descompensación. Ella deja de ser fértil, mientras que el hombre no. Esto podría explicar la infidelidad de algunos hombres que se van con mujeres más jóvenes". Una no puede evitar recordarle que las mujeres también somos infieles, aunque García Leal tiene respuestas para todo. "Sí, por supuesto, pero las mujeres, cuando son infieles, no suelen irse con hombres más jóvenes tan a menudo como hacen los varones. Sus impulsos son otros".
Este Leal, es un ingenuo, y viene a cuento del caso de mi amiga Milagros. Cuando los biólogos salgan a la vida real, tal vez cambien sus conclusiones.
Y para no darle más vueltas al asunto, pareciera que todo se define por el olor.
"Pero quizá uno de los elementos esenciales a la hora de emparejarse es el olor, que hace que la mujer identifique al hombre con el que sería genéticamente compatible para ovular (lo que se denomina histocompatibilidad." Lo que mi amigo Leal corrobora al decir "los humanos, desde el punto de vista biológico, nos guiamos por los antígenos de histocompatibilidad que nos hacen preferir a una pareja lo menos emparentada posible con nuestra familia para maximizar la variedad genética. Y el olor es esencial para detectar esa histocompatibilidad".
Pareciera que las razones biológicas no pueden explicar todavía porque gran parte de los humanos se une sexualmente con otra de su mismo género.
martes, 17 de noviembre de 2009
QUE OPINAN DE LA DIFERENCIA DE EDAD?
¿Recuerdan la película donde Uma Thurman se anamora de un lindo chico que aparentaba más que los 22 añitos que resultó tener? ¿Quien era además el hijo de su analista.?
Bueno, esto le pasó a…. digamos, Milagros.
Una amiga cumplió 40 abriles, y se mandó una fiestita en un palacete de estilo, con canilla libre de tragos, algo para picar, y mucha musica retro (cuando digo retro hablo de los 80, no de los Iracundos, o el Club del Clan, se entiende...)
Trabaja en oficinas donde hacen magia con los números, y por ende los invitados eran de diversas edades. Desde becarios, hasta señores con fotos de nietos en la billetera.
Cuestión, la fiesta se puso muy quenchi.
Como es costumbre en fiestas de chicas cuarentonas, los hombres escaseaban.
Sin embargo el ánimo estaba muy festivo, y los becarios de parabienes porque -no voy a ser modesta-, las amigas de mi amiga, están bastante buenas. Sacando las felizmente casadas/juntadas/ennoviadas (unas 3 o 4 en todo el salón), las demás estaban enfervorizadas. Yo era la excepción por supuesto, por eso puedo contar los acontecimientos con total veracidad.
Cuestión que la timidez de los chicago boys no duró mucho, pues las "chicas" en seguida los sumamos al trencito y al baile de chayanne "pro-vo-camé"
Los tragos corrían, y la gente estaba feliz.
Milagros, es una amiga en común, es una chica que al igual que Umma en la peli, tiene 38, no tiene suerte con los hombres, porque sigue soltera, o mejor dicho tiene suerte de seguir soltera. La frase con la que se justifica es que los hombres disponibles una vez que cumplen 30 se vuelven pelotudos, y se les pasa cuando cumplen 49, a algunos les dura más. La histeriquean, no quieren compromiso, salieron de un divorcio y quieren volver a la adolescencia, o están tan selectivos como ella (al menos lo reconoce).
Pero esa noche tuvo la suerte de que la franja etaria 30-48 no existía en el salón. Los pocos que había estaban con sus mujeres. Así que total, para bailar y divertirse un rato, esos universitarios estaban más que bien. Además de que era como volver a un boliche, donde los pibes no te miran como a una vieja y encima se bailan todo.
Como yo soy muy observadora y estaba bien sobria, pude detectar que había uno cuyo aspecto no cuadraba con el look wall street. Rubión, pelito largo y revuelto, anteojitos, y barbita crecida (lo poco que le permitía crecer su estado púber) tenía zapatillas all stars rojas, y una camperita de algodón con capucha. Definitivamente era un infiltrado.
Un tanto tímido, estaba en la barra tomando un gancia batido, y se sorprendió de que Milagros le diera conversación, y enseguida comenzaron a charlar. Según Milagros, de temas relacionados al laburo de él. Descubrio mi amiga que el chico tenía unos modos simples y algo difrerente a lo que estaba acostumbrada, luego supe que el chico era de poco tomar, y el gancia le daba el toque justo que quería, un poco de valor para charlarse a Milagros, a la vez que una sonrisita dulce y relajada.
Milagros estaba exultante, el alcohol al revés que al pibe, la ponía en su máxima expresividad, es decir sumamente extrovertida, simpática, y rápida para el touché.
El pibe estaba embelesado.
Y se fueron a bailar, y luego charlaron en el balcón, y de pronto estaba Milagros acorralada en el pasillo contra la cafetera de la barra, a los besos con el becario.
Debo decir en defensa de Milagros, que a ella no le cabe cualquiera, y que para dejarse besar en público de esa manera incendiaria por un pibe con el aspecto de Shaggy (no se si calan a Scooby doo), es porque el pibe debió hacerle un chamuyo muy fino, o Milagros estaba muy alcoholizada, o las dos cosas.
Si no fuera porque mi amiga tuvo que soplar las velas (las cuarenta) de la torta, estos dos la seguían en el saloncito de usos múltiples (escobas y enseres). Así fue como se cortó la música, la torta, y el mambo a este par de festejantes, y pude tomar a primera vista una real percepción del muchacho.
Acercóse Milagros y atrás el galán, sentándose junto a mí. Y ahí comprobé, su curriculum, que además de estar a punto de obtener su diploma de dibujante de macroeconomía, estudiaba sociología (de ahí el lookete) tocaba la guitarra, era amante de los beatles, y por si fuera poco cantaba. Yo no le creí la veta artística, y lo desfié a que me cantara un pedacito de “real love” de John Lennon. Se acercó a mi oído y me susurró con perfecta entonación ….. “all my little plans and schemes, lost like some forgotten dreams, seems that all I really was doing, was waiting fooooor youuuuuuu.”
Ok. Listo, nene, ya entendí a Milagros, quien me miraba con una sonrisa de oreja a oreja.
Ni ella, ni yo, debo confesarlo, nos hubierámos imaginado que tan preciosa criatura pudiera ser todo eso, a sus cortos casi 24 añitos.
Pero eso no fue todo, la música continúo un rato más, y ya cuando casi todos se estaban yendo, quedamos los íntimos sentados en el balconcito, algunos disfrutando un pucho, comiendo pizza fría, y él se sentó en el grupete al lado de Milagros, y dispuesto a recibir toda la artillería de chistes, gastadas, risitas, etc. de los cancheros de turno. Yo tuve piedad, pero la verdad, no la necesitó. La cumpleañera, única conocida de él en ese momento, se ocupó de hacerles saber a todos de su alto C.I., y él por supuesto hizo uso de su talento porque esquivó las balas con tanta gracia y modestia que dejó a la minas embobadas, y al boludo canchero (edad 46) como al verdadero pendejo.
La remó hasta el final, porque luego supe, que Milagros no se animaba a terminar la noche al estilo Uma Thurman en bill kill. Igual ya era de día, y el efecto del alcohol les había pasado a los dos.
Milagros me confesó al otro día, que no paró de insistir, y que él le dijo “si ahora dudas, sobria no me das ni la hora, no seas prejuiciosa, a mi casa no te llevo porque vivo con mis viejos”.
Yo no paraba de reirme, pobre Milagros. La razón es que si aceptaba, iba a quedar pegada a ese pendejo, quien la veía como el sueño del pibe, mientras que Milagros me confesó que nunca había conocido a un hombre tan interesante, simple, y mágico como ese pendejo.
Cuestión amigos, que a simple vista y con ojo de experta, Milagros se perdió una noche de película, valga la comparación, por prejuiciosa… o quien sabe tal vez tenía miedo a que le guste en serio el pendejo.
Espero que se crucen otra vez, aunque lo dudo, cuando mi amiga festeje a lo grande otra década, Milagros no tendrá chance.
Bueno, esto le pasó a…. digamos, Milagros.
Una amiga cumplió 40 abriles, y se mandó una fiestita en un palacete de estilo, con canilla libre de tragos, algo para picar, y mucha musica retro (cuando digo retro hablo de los 80, no de los Iracundos, o el Club del Clan, se entiende...)
Trabaja en oficinas donde hacen magia con los números, y por ende los invitados eran de diversas edades. Desde becarios, hasta señores con fotos de nietos en la billetera.
Cuestión, la fiesta se puso muy quenchi.
Como es costumbre en fiestas de chicas cuarentonas, los hombres escaseaban.
Sin embargo el ánimo estaba muy festivo, y los becarios de parabienes porque -no voy a ser modesta-, las amigas de mi amiga, están bastante buenas. Sacando las felizmente casadas/juntadas/ennoviadas (unas 3 o 4 en todo el salón), las demás estaban enfervorizadas. Yo era la excepción por supuesto, por eso puedo contar los acontecimientos con total veracidad.
Cuestión que la timidez de los chicago boys no duró mucho, pues las "chicas" en seguida los sumamos al trencito y al baile de chayanne "pro-vo-camé"
Los tragos corrían, y la gente estaba feliz.
Milagros, es una amiga en común, es una chica que al igual que Umma en la peli, tiene 38, no tiene suerte con los hombres, porque sigue soltera, o mejor dicho tiene suerte de seguir soltera. La frase con la que se justifica es que los hombres disponibles una vez que cumplen 30 se vuelven pelotudos, y se les pasa cuando cumplen 49, a algunos les dura más. La histeriquean, no quieren compromiso, salieron de un divorcio y quieren volver a la adolescencia, o están tan selectivos como ella (al menos lo reconoce).
Pero esa noche tuvo la suerte de que la franja etaria 30-48 no existía en el salón. Los pocos que había estaban con sus mujeres. Así que total, para bailar y divertirse un rato, esos universitarios estaban más que bien. Además de que era como volver a un boliche, donde los pibes no te miran como a una vieja y encima se bailan todo.
Como yo soy muy observadora y estaba bien sobria, pude detectar que había uno cuyo aspecto no cuadraba con el look wall street. Rubión, pelito largo y revuelto, anteojitos, y barbita crecida (lo poco que le permitía crecer su estado púber) tenía zapatillas all stars rojas, y una camperita de algodón con capucha. Definitivamente era un infiltrado.
Un tanto tímido, estaba en la barra tomando un gancia batido, y se sorprendió de que Milagros le diera conversación, y enseguida comenzaron a charlar. Según Milagros, de temas relacionados al laburo de él. Descubrio mi amiga que el chico tenía unos modos simples y algo difrerente a lo que estaba acostumbrada, luego supe que el chico era de poco tomar, y el gancia le daba el toque justo que quería, un poco de valor para charlarse a Milagros, a la vez que una sonrisita dulce y relajada.
Milagros estaba exultante, el alcohol al revés que al pibe, la ponía en su máxima expresividad, es decir sumamente extrovertida, simpática, y rápida para el touché.
El pibe estaba embelesado.
Y se fueron a bailar, y luego charlaron en el balcón, y de pronto estaba Milagros acorralada en el pasillo contra la cafetera de la barra, a los besos con el becario.
Debo decir en defensa de Milagros, que a ella no le cabe cualquiera, y que para dejarse besar en público de esa manera incendiaria por un pibe con el aspecto de Shaggy (no se si calan a Scooby doo), es porque el pibe debió hacerle un chamuyo muy fino, o Milagros estaba muy alcoholizada, o las dos cosas.
Si no fuera porque mi amiga tuvo que soplar las velas (las cuarenta) de la torta, estos dos la seguían en el saloncito de usos múltiples (escobas y enseres). Así fue como se cortó la música, la torta, y el mambo a este par de festejantes, y pude tomar a primera vista una real percepción del muchacho.
Acercóse Milagros y atrás el galán, sentándose junto a mí. Y ahí comprobé, su curriculum, que además de estar a punto de obtener su diploma de dibujante de macroeconomía, estudiaba sociología (de ahí el lookete) tocaba la guitarra, era amante de los beatles, y por si fuera poco cantaba. Yo no le creí la veta artística, y lo desfié a que me cantara un pedacito de “real love” de John Lennon. Se acercó a mi oído y me susurró con perfecta entonación ….. “all my little plans and schemes, lost like some forgotten dreams, seems that all I really was doing, was waiting fooooor youuuuuuu.”
Ok. Listo, nene, ya entendí a Milagros, quien me miraba con una sonrisa de oreja a oreja.
Ni ella, ni yo, debo confesarlo, nos hubierámos imaginado que tan preciosa criatura pudiera ser todo eso, a sus cortos casi 24 añitos.
Pero eso no fue todo, la música continúo un rato más, y ya cuando casi todos se estaban yendo, quedamos los íntimos sentados en el balconcito, algunos disfrutando un pucho, comiendo pizza fría, y él se sentó en el grupete al lado de Milagros, y dispuesto a recibir toda la artillería de chistes, gastadas, risitas, etc. de los cancheros de turno. Yo tuve piedad, pero la verdad, no la necesitó. La cumpleañera, única conocida de él en ese momento, se ocupó de hacerles saber a todos de su alto C.I., y él por supuesto hizo uso de su talento porque esquivó las balas con tanta gracia y modestia que dejó a la minas embobadas, y al boludo canchero (edad 46) como al verdadero pendejo.
La remó hasta el final, porque luego supe, que Milagros no se animaba a terminar la noche al estilo Uma Thurman en bill kill. Igual ya era de día, y el efecto del alcohol les había pasado a los dos.
Milagros me confesó al otro día, que no paró de insistir, y que él le dijo “si ahora dudas, sobria no me das ni la hora, no seas prejuiciosa, a mi casa no te llevo porque vivo con mis viejos”.
Yo no paraba de reirme, pobre Milagros. La razón es que si aceptaba, iba a quedar pegada a ese pendejo, quien la veía como el sueño del pibe, mientras que Milagros me confesó que nunca había conocido a un hombre tan interesante, simple, y mágico como ese pendejo.
Cuestión amigos, que a simple vista y con ojo de experta, Milagros se perdió una noche de película, valga la comparación, por prejuiciosa… o quien sabe tal vez tenía miedo a que le guste en serio el pendejo.
Espero que se crucen otra vez, aunque lo dudo, cuando mi amiga festeje a lo grande otra década, Milagros no tendrá chance.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Cruzo el Rio en Diciembre!!
EeEeEeEeEeeeeeh,
holasss gentesss, les cuento que cruzo el rio en diciembre (del 12 al 20 aprox) y queria saber que actividades me recomiendan. y si saben las direcciones de outlets de tiendas de ropa eso es siempre bienvenido (aynt no dead, nasa y cualquier otra que conozcan)
thks!!
:)
holasss gentesss, les cuento que cruzo el rio en diciembre (del 12 al 20 aprox) y queria saber que actividades me recomiendan. y si saben las direcciones de outlets de tiendas de ropa eso es siempre bienvenido (aynt no dead, nasa y cualquier otra que conozcan)
thks!!
:)
lunes, 9 de noviembre de 2009
paciencia... la vida es tan rara
Mesmo quando tudo pede
Um pouco mais de calma
Até quando o corpo pede
Um pouco mais de alma
A vida não pára...
Enquanto o tempo
Acelera e pede pressa
Eu me recuso faço hora
Vou na valsa
A vida é tão rara...
Enquanto todo mundo
Espera a cura do mal
E a loucura finge
Que isso tudo é normal
Eu finjo ter paciência...
O mundo vai girando
Cada vez mais veloz
A gente espera do mundo
E o mundo espera de nós
Um pouco mais de paciência...
Será que é tempo
Que lhe falta prá perceber?
Será que temos esse tempo
Prá perder?
E quem quer saber?
A vida é tão rara
Tão rara...
Mesmo quando tudo pede
Um pouco mais de calma
Mesmo quando o corpo pede
Um pouco mais de alma
Eu sei, a vida não pára
A vida não pára não...
Será que é tempo
Que lhe falta prá perceber?
Será que temos esse tempo
Prá perder?
E quem quer saber?
A vida é tão rara
Tão rara...
Mesmo quando tudo pede
Um pouco mais de calma
Até quando o corpo pede
Um pouco mais de alma
Eu sei, a vida não pára
A vida não pára não...
A vida não pára...
lunes, 2 de noviembre de 2009
miedo a vivir (reenvio)
“Me siento así,
furiosamente alegre, insano, perpetuo.
Tenaz hasta el delirio.
Pero la eternidad
es un asunto de horas.”
Reírse siempre le tocaba al otro.
En la vereda del frente pasaba lo mejor.
La vida siempre transitaba allá. Nunca acá.
Sin embargo…
Pasó, llegó, insistió, me acorraló.
Felicidad total.
Fue fugaz. Pero para mi fue eterno.
Estuve llorando por una relación que no fue. Llorando como una colegiala a la que dejaron por vez primera. Llorando por una relación que pudo pasarme cuando tenía 15 años y no pisando los 30.
Sintiéndome mal por un hombre con el que no tenía proyectos, y no me importaba. Llorando por un hombre que me engaña, y yo… permitiéndolo, negándolo.
Equivocación. Confusión… Verbos que retumbaron en mi mente. Verbos malditos que me lastimaron.
Fue una persona que llegó en el momento… oportuno.
Colmaba mi mundo de risas. Sus caricias sanaban heridas del alma. Y como nunca sentí que deshabitaba mi isla, agarraba mis petates y me marchaba.
En pocas palabras: dejé de sentirme sola.
Hoy es sólo un manojo de bonitos recuerdos. Las heridas hace tiempo cicatrizaron, no exploro para saber con qué me lastimé. Pero existen momentos que volteo un poco mi mirada hacia atrás, pues necesito recuperar una pizca de lo que ya no tengo.
Fui siempre defensora del amor sin cuernos, era de las que tiraba la piedra a los deslices en las “misivas” del Correo Sentimental. Y ahora veo un poco más claramente… o no tanto, a veces se me empaña el vidrio y no encuentro un camino, no encuentro una postura que me permita ser feliz.
Tengo miedos.
Miedo de fallarme nuevamente. Miedo de volver a humillarme. Miedo de no poder crecer. Miedo de vivir, y miedo de morir sin vivir.
Sigo averiguando qué aprendí de todo esto. Si es claro y no lo veo, tiren nomás.
furiosamente alegre, insano, perpetuo.
Tenaz hasta el delirio.
Pero la eternidad
es un asunto de horas.”
Reírse siempre le tocaba al otro.
En la vereda del frente pasaba lo mejor.
La vida siempre transitaba allá. Nunca acá.
Sin embargo…
Pasó, llegó, insistió, me acorraló.
Felicidad total.
Fue fugaz. Pero para mi fue eterno.
Estuve llorando por una relación que no fue. Llorando como una colegiala a la que dejaron por vez primera. Llorando por una relación que pudo pasarme cuando tenía 15 años y no pisando los 30.
Sintiéndome mal por un hombre con el que no tenía proyectos, y no me importaba. Llorando por un hombre que me engaña, y yo… permitiéndolo, negándolo.
Equivocación. Confusión… Verbos que retumbaron en mi mente. Verbos malditos que me lastimaron.
Fue una persona que llegó en el momento… oportuno.
Colmaba mi mundo de risas. Sus caricias sanaban heridas del alma. Y como nunca sentí que deshabitaba mi isla, agarraba mis petates y me marchaba.
En pocas palabras: dejé de sentirme sola.
Hoy es sólo un manojo de bonitos recuerdos. Las heridas hace tiempo cicatrizaron, no exploro para saber con qué me lastimé. Pero existen momentos que volteo un poco mi mirada hacia atrás, pues necesito recuperar una pizca de lo que ya no tengo.
Fui siempre defensora del amor sin cuernos, era de las que tiraba la piedra a los deslices en las “misivas” del Correo Sentimental. Y ahora veo un poco más claramente… o no tanto, a veces se me empaña el vidrio y no encuentro un camino, no encuentro una postura que me permita ser feliz.
Tengo miedos.
Miedo de fallarme nuevamente. Miedo de volver a humillarme. Miedo de no poder crecer. Miedo de vivir, y miedo de morir sin vivir.
Sigo averiguando qué aprendí de todo esto. Si es claro y no lo veo, tiren nomás.
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